Uno de los principales inconvenientes de la ortodoncia contemporánea, son los tiempos prolongados de tratamiento. Este hecho hace que muchos pacientes especialmente adultos no quieran someterse a un tratamiento de ortodoncia.

En los últimos años, se han desarrollado algunas técnicas que podríamos recoger bajo el epígrafe “ortodoncia acelerada”. Son procedimientos accesorios o técnicas que permiten incrementar la velocidad y efectividad en el movimiento de los dientes, reduciendo de este modo los tiempos de tratamiento.

Una de estas técnicas consiste en la instalación mediante un sencillo procedimiento quirúrgico de sistemas de anclaje óseo (placas y/o tornillos), en los cuales el ortodoncista se apoyará para mover los dientes de manera más eficaz. Uno de los principales inconvenientes de los microtornillos de anclaje en hueso es que tras un periodo de tiempo sometidos a fuerzas, comienzan a aflojarse.

Otra técnica dentro de los procedimientos de ortodoncia acelerada es la llamada corticotomía. Las corticotomías están basadas en un fenómeno conocido como RAP (regional acceleratory phenomenon), en virtud del cual, si se realizan algunos cortes en el hueso vecino a los dientes, aparecen unos fenómenos metabólicos que “reblandecen” temporalmente el hueso y facilitan que el movimiento de los dientes en el mismo sea más rápido.
Las corticotomías han sido popularizadas por los hermanos Wilcko en EEUU en la última década, y han demostrado ser efectivas en el acortamiento de los tiempos de tratamiento. El inconveniente de esta técnica sin embargo es que precisa de la separación de toda la encía del hueso.

Ello supone una intervención quirúrgica bastante agresiva y larga, con un postoperatorio molesto para el paciente. De este modo, en un paciente que necesita someterse a un tratamiento de ortodoncia, los beneficios de las corticotomías, se ven neutralizados por lo traumático de la cirugía.
Conscientes de este problema, es por ello usamos una técnica para realizar corticotomías de manera mínimamente invasiva. El procedimiento consiste en realizar pequeñas incisiones (eliminando por tanto el despegamiento masivo de la encía del hueso). A través de estas incisiones se practican unos túneles por debajo de la encía, y mediante la ayuda de un endoscopio y de instrumental piezoelectrico, se realizan los cortes en el hueso (corticotomías). La sencillez de este procedimiento permite realizarlo bajo anestesia local en pocos minutos.